La subjefa de departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Kim Yo Jong, hizo pública el día 26 una declaración que sigue:
A través de la entrevista de prensa del director del secretariado del gabinete concedida el día 25 por la tarde, la parte japonesa dejó en claro su posición de no poder aceptar en ningún caso que se haya resuelto el problema de secuestro.
Además, trató de intervenir y cuestionar el ejercicio de la soberanía por nuestro país, vinculado con la defensa legítima, usando esta expresión: cuestión pendiente de armas nucleares y misiles, la cual no tiene nada que ver con ellos.
Japón no tiene ningún coraje para dar el primer paso de nuevas relaciones con la RPDC cambiando la historia y fomentando la paz y estabilidad de la región.
Lo indica la actitud de ese país que insiste en los asuntos que son imposibles de resolver y tampoco tienen nada a solucionar.
Se puede ver que obedecen a su objetivo político las palabras relativas con la cumbre Corea-Japón, que ha dicho recientemente el premier Kishida llamando varias veces la atención pública.
Las relaciones Corea-Japón no deben ser abusadas para el designio político del premier japonés que conoce su aprobación popular más baja de la historia.
La parte japonesa fue la primera en tocar la puerta pidiendo la “cumbre Japón-Corea sin premisas” y nos limitamos a exponer la posición de aplaudirla, si Japón tiene la disposición de dar nueva partida sin comprometerse al pasado.
Nuestro gobierno volvió a conocer en claro la actitud de Japón y, por eso, desestimará y rechazará cualquier contacto y negociación con la parte japonesa.
La cumbre bilateral no es el asunto que nos interesa