La subjefa del departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, Kim Yo Jong, hizo pública el día 29 la siguiente declaración:
Me lamento el hecho que el Consejo de Seguridad de la ONU, que debe respetar estrictamente el objetivo y los principios de la Carta de la ONU, va a convirtiéndose en una escena caótica donde se viola flagrantemente la soberanía de los Estados independientes por EE.UU. y algunas fuerzas sumisas, se aplica cínicamente la pauta de doble rasero y reina la injusticia y la coacción, y lo rechazo categóricamente.
A petición bandidesca de EE.UU. y sus acólitos, se convocó una reunión abierta del CS de la ONU para cuestionar el lanzamiento de satélite de reconocimiento por parte de la República Popular Democrática de Corea. Todo el proceso de esta cita demuestra obviamente cuán insuficiente, falsa y pobre es la insistencia ilógica de algunos miembros de la ONU que vetan los derechos soberanos de la RPDC.
Tomo en cuenta que por falta de razones con las cuales puede criticar como ilegal el irrefutable derecho a desarrollo de cosmos de la RPDC, el representante estadounidense ante la ONU, Thomas Greenfield, había explicado humildemente la posición de EE.UU. sobre el diálogo significante y sus esfuerzos por la resolución pacífica, describiendo a su país como víctima de la situación actual.
Pero, antes de dar su palabra de honor de que las armas de EE.UU. no apuntan a la RPDC, Thomas Greenfield debía esclarecer de dónde y por qué vinieron los objetivos estratégicos que llegan a cualquier hora a los puertos del Sur de Corea que están distanciados 500-600 km de Pyongyang.
Sería mejor que también el Pentágono debiera ayudar a su representante ante la ONU para que excuse más lógicamente cuál simetría tienen la posición de EE.UU. sobre el comprometimiento diplomático y sus esfuerzos por la reanudación del diálogo con las actividades militares provocativas del portaaviones y submarino nuclear de este país desplegados en la Península Coreana.
La posición y actitud duales de EE.UU. y su pauta de doble rasero, que es el clímax de coacción y despotismo, son el factor maligno que vulnera la paz y estabilidad de la Península Coreana.
Si es la paz mediante las fuerzas a que se aficiona EE.UU. hablar del diálogo por delante y por detrás blandir las armas, hemos de estar preparados tanto para el diálogo como para el enfrentamiento, en particular, hacer preparativos más estrictos para la última opción. Esto es nuestra invariable posición sobre EE.UU.
Aprovecho la oportunidad para volver a aconsejar a EE.UU. que nos hizo decidir el tiempo de reinicio de diálogo Corea-EE.UU. y su tema.
No puede ser en cualquier caso el derecho independiente de un Estado soberano como el tema de negociaciones, ni ocurriría el hecho que nos sentaremos cara a cara con EE.UU. por el respecto.
La amenaza principal para la paz y estabilidad internacionales no proviene del ejercicio del derecho independiente de la RPDC, sino de la coacción y arbitrariedad de EE.UU. que lo impide.
Continuarán nuestros empeños por cultivar todos los que figuran entre los derechos independientes de nuestro Estado y la RPDC seguirá ejerciendo dignamente y sin restricción alguna los derechos independientes que todos los países miembros de la ONU disfrutan.