En el distrito Phyongsan de la provincia de Hwanghae del Norte hay personas que cuidan los bosques verdes. Ellos son Yun Kyong Guk y su hijo Yun Gwang Chol, guardabosques de la empresa forestal distrital.
Yun Kyong Guk cuida miles de hectáreas de bosques durante decenas de años y ostenta el título de Guardabosque Benemérito.
Su mérito no era solo eso. Formó a su hijo también como guardabosque.
El hijo tenía el motivo para ser guardabosque como su padre.
Hace 15 años que él regresó a su tierra natal tras haberse retirado del servicio militar.
Viendo las montañas frondosas en su contorno, él meditó profundamente.
Si su padre que es guardabosque común gozaba del respeto y el amor de la gente, no era por su posición social ni prestigio.
Sabía más que nadie que gracias a su padre los montes se convirtieron en los de oro cubiertos de frondosos bosques.
Cuando era pequeño, tenía malentendido al ver a su padre que prestaba más atención a cuidar las montañas que a su hogar. En muchos casos, después de regresar de la escuela, debía esperar en la casa a su padre, que trabajaba desde la madrugada hasta la avanzada noche.
El padre no abandonó su lugar de trabajo hasta el día en que su hijo partió al ejército después de matricularse de la escuela secundaria. Durante casi 30 años, él trasplantó y cuidó árboles de buenas especies como pinos piñoneros, alerces de Changsong y castaños y creó los bosques frondosos de unas 2 800 hectáreas al pie del monte Myol-ak.
Así, el hijo decidió suceder a su padre, que se dedica a repoblar los montes.
La primera tarea que realizó después de ser ubicado en la empresa forestal era el cultivo de posturas que le costó mucho trabajo. A veces se rindió por la fatiga debido a demasiados trabajos, cuando le vino a la memoria la imagen de su padre que decía: Debe sembrar el alma en la tierra antes de plantar árboles. Para él cuidar los bosques era como aprender una ciencia, y la realidad en desarrollo le hace sentir más la necesidad de los conocimientos.
Él se hizo guardabosque tras terminar el curso universitario.
Desde entonces transcurrieron más de 10 años. En este período se aumentaron mil y cientos de hectáreas de bosques formados por Yun Kyong Guk y su hijo y las montañas están cubiertas de bosques con fines económicos.
En reconocimiento de los méritos de ellos que dedican sus esfuerzos sinceros por la prosperidad de la patria sin desear ningún reconocimiento, el Estado los presentó como beneméritos patrióticos socialistas.