La ministra de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, Choe Son Hui, hizo pública el día 20 la siguiente declaración:
El día 18, el secretario general de la ONU, Guterres, volvió a describir como “amenaza” el ejercicio de derecho a autodefensa legal y justo por parte de la RPDC frente a la grave amenaza militar de EE.UU.
En estos días, a veces me da una ilusión de que Guterres no sería acaso un miembro de la Casa Blanca o del Departamento de Estado de EE.UU.
Expreso gran lástima a él que toma una actitud muy deplorable, olvidando el objetivo y principios de la Carta de la ONU y la misión asumida de mantener imparcialidad, objetividad e igualdad en el tratamiento de todos los problemas.
Últimamente, le hemos advertido que tome en consideración el problema de la Península Coreana ateniéndose a la objetividad e imparcialidad.
Creo que él conoce de sobra lo que se ha creado en la Península Coreana, una situación conflictiva tan tirante como hoy por los sucesivos ejercicios de guerra nuclear de carácter provocativo que las tropas combinadas lideradas por EE.UU. desarrollaron todo el año en la Península Coreana y sus contornos, movilizando las propiedades estratégicas nucleares.
Hemos aclarado que nos vemos obligados a tomar las acciones indispensables para la autodefensa bajo la situación de seguridad preocupante de la Península Coreana y la región, creada por la peligrosa confabulación militar anti-RPDC de EE.UU. y sus fuerzas satélites y hemos enviado a EE.UU. una señal clara de que actúe con prudencia si no quiere la consecuencia catastrófica.
Sin embargo, el secretario general de la ONU tildó de provocador a nosotros, en vez de EE.UU. que provocó al respecto, lo que es una cosa lamentable y deplorable.
La sociedad internacional debe alzar las voces de que para la paz y la seguridad de la Península Coreana y la región, se debe frenar y cesar primero las acciones militares provocativas de EE.UU., que son factor principal de todas las desgracias en la región.
El secretario general de la ONU toleró la intriga de las fuerzas satélites encabezadas por EE.UU. de presionarnos al cuestionar en el Consejo de Seguridad de la ONU nuestro ejercicio de soberanía inviolable, hecho innegable que él es fantoche de EE.UU.
Aconsejo a EE.UU. y el CS de la ONU que la RPDC observa sus movimientos, teniendo claro rumbo de oposición.