El portavoz del MINREX de la República Popular Democrática de Corea hizo pública el día 4 la siguiente declaración:
Ya hemos advertido a EE.UU. que debe cesar de inmediato los ejercicios aéreos conjuntos Vigilant Storm, si no desea que ocurra el incidente grave que perjudica su propio interés de seguridad.
Esto es una muestra patente de los esfuerzos pacíficos y la paciencia de la RPDC por prevenir el conflicto peligroso que causaría el presente simulacro de tipo atacante contra una parte beligerante bajo el actual sistema inestable del armisticio militar, y por preparar el ambiente de seguridad estable en la Península Coreana y la región.
Ante el desarrollo de incidente preocupante, los países de la región exigen reiteradamente a las partes interesadas que tomen las medidas para aliviar la tensión con acciones prácticas, tras diagnosticar las interrelaciones y factores que llevaron la situación de la Península Coreana a la actual fase inestable.
Sin embargo, EE.UU., al dar espalda a la exigencia de la RPDC y los países regionales y hacer vista gorda a la razón evidente de la preservación del ambiente pacífico, respondió con el desarrollo de los ejercicios aéreos conjuntos so pretexto de detener y hacer frente a la llamada provocación, decidió prolongar el plazo del simulacro, predeterminado hasta el 4, al acusar nuestras contramedidas para la defensa legítima, y cometió otra locura provocativa de convocar la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
La demente confrontación militar de EE.UU., que llegó al extremo, ejerce gran influencia negativa no solo en la Península Coreana, sino también a la seguridad del Noreste de Asia.
El MINREX de la RPDC rechaza categóricamente el acto irresponsable e imprudente de EE.UU., al calificarlo de una violación grave de la seguridad de un Estado soberano y un desafío descarado al deseo de la sociedad internacional por la paz y la seguridad de la Península Coreana y la región.
Son una debida reacción y una advertencia con acción al acto provocativo los ejercicios militares de las fuerzas armadas militares de la RPDC, que se realizaron después del inicio de las maniobras militares de EE.UU. y las fuerzas seguidoras.
El actual enfrentamiento militar creado es un producto de los ejercicios conjuntos de ataque aéreo de gran envergadura que desarrollan EE.UU. y el Sur de Corea, preconizando la “oposición aplastante” a nosotros.
La imprudente opción conflictiva de EE.UU y el Sur de Corea no pasa de ser una intención peligrosísima de mantener la corriente inestable de la Península Coreana y la región al dejar intacto al factor que causó la tensión hostil.
La actual situación de la Península Coreana se debe enteramente a EE.UU. que intenta imponer a la RPDC el desarme unilateral mediante la sanción y presión y la amenaza militar, al movilizar a sus fuerzas aliadas de la región.
Esta vez, EE.UU. reveló por sí mismo que su posición rutinaria del “diálogo sin premisa” y “resolver el problema a través de la diplomacia“, no pasa de ser una cortina de humo para engañar a la sociedad internacional y este país recurre solo a la exacerbación de la tensión persistente y la inestabilidad en la Península Coreana.
La provocación continua engendra el enfrentamiento constante.
La RPDC declara una vez más que nunca tolerará algún intento de las fuerzas hostiles de violar su soberanía y seguridad y responderá hasta el fin con la reacción necesaria.
No retrocederemos nunca en el camino justo para defender la dignidad y soberanía del Estado y la seguridad del pueblo, sea cual cambie la situación y ante la situación inimaginable.
EE.UU. debe actuar con prudencia.