El jefe de la sección de Corea y Mongolia del Instituto de Estudios del Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexandr Vorontsov, reveló en entrevista con TASS del día 27 que EE.UU. y los títeres surcoreanos agravan intencionalmente la situación del contorno de la Península Coreana.
Él dijo como sigue:
Ahora me da la sensación de que EE.UU. y el Sur de Corea están incitando a la RPDC. Parece que ellos desean que Pyongyang realice lo más pronto posible una prueba nuclear.
Ellos hablan mucho con toda seguridad sobre ese asunto, como si fuera ya un hecho consumado, citando hasta la fecha específica. Tales pronósticos son infundados, pero siguen difundiéndose en el espacio de informática.
En su desesperado intento de buscar la justificación de sus acciones radicales, Washington y Seúl obligan a la RPDC a realizar la prueba de arma nuclear.
Es posible que Pyongyang emprenda una acción de ese tipo como contramedida. Pero, no lo hará en el tiempo deseado y esperado por las contrapartes.
Después de la aparición del poder conversador derechista, el Sur de Corea revisó la posición sobre la RPDC e intensifica actualmente la presión a Pyongyang.
Seúl exige ahora a la RPDC tomar las medidas sustanciales por el desarme nuclear como condición de la reanudación de los esfuerzos y conversaciones para la coordinación de la situación.
De hecho, las autoridades surcoreanas tratan de volver al proyecto de la desnuclearización completa, verificable e irreversible de la RPDC, plan caduco rechazado repetidamente por Pyongyang.
Hace poco, Yoon Suk Yeol publicó el proyecto de la ayuda económica a cambio de la renuncia nuclear por Pyongyang.
Seúl presentó a Pyongyang una propuesta inadmisible con el fin de distraer la atención y, al fin, trata de justificar su política desde el punto de vista de la fuerza, diciendo que quedó fracasada su iniciativa de paz.
Lo evidencia el entrenamiento militar conjunto de gran dimensión EE.UU.-Sur de Corea, Ulji Freedom Shield, iniciado el día 22.
Esta maniobra es uno de los ejercicios de mayor envergadura en la región.
Ya pasó el tiempo en que se abrían las Cumbres Norte-Sur de Corea y las RPDC-EE.UU. y estaba en vigor el acuerdo que estipulaba controlarse una parte a la otra.
Por supuesto, la RPDC vino tratando siempre en serio los ejercicios militares de gran tamaño entre EE.UU. y el Sur de Corea. Este simulacro, enorme “puño” militar, es muy amenazante.
Pyongyang está segura de que EE.UU. y el Sur de Corea intentan en realidad aplicar la política de reanudar los ejercicios militares, arreciando la presión y la sanción.
Seúl reinició el lanzamiento de volantes hacia el territorio de la RPDC utilizando los globos, lo cual devino otra causa de exacerbación de la tensión en las relaciones íntercoreanas.
Como resultado, se producen los casos complicados.
En abril, se ha registrado en la RPDC un gran número de los casos de contagiados por la COVID-19.
Para esclarecer la fuente de contagio, una comisión de investigación, organizada en la RPDC, sacó la conclusión de que dos personas se contagiaron en un lugar a casi 10km de la zona desmilitarizada por el contacto con los objetos esparcidos por el globo.
El proceso de transmisión de la pandemia en la RPDC comprueba que se reportaron los primeros casos de contagiados en la zona limítrofe con el Sur de Corea y, después, azotó a todo el país esa pandemia.
En sentido general, Pyongyang opina que no se puede descartar la posibilidad de que Seúl esté usando los globos para causar máximas pérdidas a la RPDC tanto en el aspecto ideológico como en lo profiláctico.
Si continúan tales provocaciones, pueden extenderse al enfrentamiento militar.
Por ahora, no quiero decir prematuramente que el litigio entró en su nueva etapa. Pero, es posible que suceda eso en un futuro muy cercano.
La situación tomó un rumbo muy inestable.
No se debe excluir la posibilidad de que las circunstancias se empeoren hasta en el conflicto de diferentes formas, tales como el intercambio de fuegos en la línea de demarcación.
Todo eso puede causar hasta el uso de armas por ambas partes.