Con motivo del 25 de junio, día de estallido de la guerra de agresión contra la RPDC por parte de los imperialistas norteamericanos, tuvo lugar el mitin multitudinario de los capitalinos en el patio de educación frente al Museo Conmemorativo de la Victoria en la Guerra de Liberación de la Patria.
Asistieron a la ocasión el secretario del Comité Central del PTC, Ri Il Hwan, el secretario responsable del Comité del PTC en la Ciudad de Pyongyang, Kim Yong Hwan, el jefe de departamento del CC del PTC, Ri Tu Song, los funcionarios de las organizaciones de masas y de las instituciones, fábricas y empresas de la capital, así como los trabajadores, jóvenes y estudiantes capitalinos.
Intervinieron en los actos el presidente del Comité Popular de la Ciudad de Pyongyang, Choe Hui Thae, el gerente del Complejo Carbonífero de la Región de Kangdong, Kim Phyo Hun, el presidente de la junta administrativa de la Granja Cooperativa Especializada en Verduras de Jangchon del municipio de Sadong, Hwang Jong Nam, y el presidente del Comité de la Unión de la Juventud en la Ciudad de Pyongyang, Kim Ju Hyok.
Los oradores denunciaron que hace ahora 72 años, los imperialistas norteamericanos provocaron la guerra coreana con el malsano intento de atropellar a la RPDC con menos de dos años de fundación en aquel entonces y cometieron las atrocidades más crueles nunca vistas.
Las calamidades de la guerra enseñan la lección de que hay que contar con la poderosa capacidad militar para defender la soberanía nacional y la seguridad del pueblo desde la agresión de los enemigos, dijeron y agregaron que si la patria hubiera sido poderosa como ahora, no habría sufrido las desgracias del 25 de junio de 1950.
Insistieron en consolidar por todos los medios el poderío ideo-político y militar para prevenir la repetición de la historia sangrienta y cobrar el precio horrible de las fuerzas que atenten contra la seguridad de nuestro Estado.
Si los imperialistas norteamericanos se atreven a atacar otra vez a la RPDC, olvidando su derrota amarga de la década de 1950, el pueblo coreano aniquilará despiadadamente a los invasores, movilizando todos los medios físicos, irresistibles, enfatizaron.