Se trata de uno de los juegos folclóricos tradicionales que viene promoviéndose desde el tiempo remoto por el pueblo coreano.
Al principio no pasó de ser un simple juego como el koni pero se desarrolló como juego intelectual por los hombres prehistóricos que tenían siguiente concepción cosmogónica: el cielo es redondo y la tierra es cuadrada. De ahí que nació dicho juego dotado del tablero que significa la tierra allanada, cuyos cuatro ángulos representan la primavera, el verano, el otoño y el invierno, con 361 cruces que constituyen los días de un año.
Su punto central fue llamado “Chonwonjom” a partir de la idea de que la tierra es el centro del cosmos. Los peones redondos simbolizaban el universo, cuyos colores negro y blanco significaban la noche y el día, respectivamente.
En nuestro país paduk se difundió más ampliamente en la Edad Media.
Según el antiguo libro “Historia de los Tres Reinos”, To Rim, monje de Coguryo (277 a.n.e.-668 d.n.e.) dio gran aporte a materializar la unificación territorial del país por haber debilitado el poderío de Paekje (a fines del siglo I a.n.e.-660 d.n.e.) aprovechando dicho juego.
En otro libro “Historia de Coryo (918-1392)” se lee el hecho de que en aquel tiempo llamaban a jugadores distinguidos en este juego como “Kuksu”, quienes hicieron hasta una expedición al extranjero para la competencia a mediados del siglo XIII.
Entrado en el período de la Dinastía Feudal de Joson (1392-1910) se elevó aún más el interés de las personas por dicho juego intelectual.
Desafortunadamente, no se difundió ampliamente entre las capas humildes por ser juego predilecto exclusivamente para las capas privilegiadas. Peor aún, debido a las maniobras del imperialismo japonés para exterminar la cultura de la nación coreana, perdió su brillo.
Solo desde cuando se liberó el país (15 de agosto de 1945) volvió a difundirse ampliamente y hoy está en boga como disciplina deportiva nacional y recreo intelectual masivo.
Por ser innumerables sus métodos de juego sirve de juego distinguido en desarrollar el intelecto del ser humano y lo comprueba fidedignamente el hecho de que no pocos estrategas militares cultivaban el ingenio y asimilaban las estrategias y tácticas jugando al paduk.
He aquí un refrán coreano: “Tan atraído por el juego de paduk de semidioses, no sabe que se pudre el mango del hacha.”
Como se ve, el juego tiene larga historia y hoy en día se promueve ampliamente entre el pueblo coreano.
Se organizan tradicionalmente a escala nacional o regional las competencias de paduk.
A fin de enseñarlo a trabajadores, jóvenes y niños, funcionan el Centro de Paduk en Pyongyang y cada capital provincial y los círculos de paduk en las bases extraescolares de jóvenes y niños.
Bajo la atención social cada día más creciente a dicho juego, no en pocos jardines de infancia del país están organizados los grupos de paduk.
También los jugadores de nuestro país incluyendo jóvenes y niños logran éxitos loables en el Campeonato Mundial del Go de Amateurs y otras competencias internacionales.