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Tuvo lugar en la noche del 25 de abril en Pyongyang el desfile militar con motivo del 90º aniversario de la fundación del Ejército Revolucionario Popular de Corea.
Fue un desfile incomparable con el de hace 10 años, cuando manifestó solemnemente que la superioridad militar y técnica ha dejado ya de ser una propiedad exclusiva del imperialismo y la época en que el enemigo nos chantajeaba con su bomba atómica ha pasado para siempre, un desfile sin precedente en su historia que mostró el aspecto diferente del efectuado en octubre de hace dos años, ocasión en que manifestó el desarrollo de nuestra capacidad de defensa nacional que ascendió a la cumbre deslumbrante solo en unos años.
El desfile militar exhibió ante el mundo nuestra capacidad militar, la fuerza absoluta de nuestra República que saltó muy rápida, sorprendente y deslumbrantemente a la fila delantera de supremacía mundial.
Demostrando el ímpetu combativo capaz de derrotar de un golpe a cualquier agresor y el desarrollo de armas y equipos que dio otro gran salto, pasaron con pasos firmes las columnas de desfile y volaron a ras de tierra y subieron repentinamente los aviones sobre la plaza.
Las filas de armamentos que entraron en la plaza estremeciendo la tierra, incluyendo misiles tácticos de último modelo dotados con elevada movilidad y capacidad de ataque anonadante, tanques principales, símbolo de la combatividad y puño de acero del EPC; fuerzas artilleras, arma No. 1 del Ejército Popular de Corea, lanzacohetes reactivos supergrandes, uno de los armamentos absolutos de Corea, misiles balísticos cargables en el submarino hechos con nuestra propia técnica y fuerza; misiles antiaéreos capaces de destruir de un golpe a cualquier blanco aéreo, misiles de serie Hwasong que demuestran la máxima modernidad y alta capacidad ofensiva, etc., manifestaron el asombroso cambio de la fuerza de la RPDC.
La figura formidable del ICBM “Hwasongpho-17” que anunció su existencia por primera vez en el mundo hace dos años y manifestó su verdadera fuerza absoluta con el estruendo en marzo pasado, es el símbolo de la fuerza nacional que demuestra el cambio de las nuestras fuerzas revolucionarias durante 90 años y el poderío de nuestra patria.
El adelanto y la modernidad de nuestras fuerzas armadas, incomparables con las de hace 10 años y dos años, que seguirán desarrollándose sin cesar también en adelante, y la altura de la fuerza absoluta de nuestra República son, precisamente, la de la dignidad de nuestro Estado que asciende constantemente.
Cualquier fuerza que intente una confrontación militar con la RPD de Corea será destruida, esta es la declaración solemne que dan las fuerzas armadas revolucionarias de supremacía mundial en la plaza de desfile militar de abril a los reaccionarios de la historia y fuerzas opositoras de toda calaña.
