Declaración del ministro de Relaciones Exteriores de la RPDC

El ministro de Relaciones Exteriores de la RPDC hizo pública hoy la siguiente declaración:

En una sesión especial emergente de la Asamblea General de la ONU que tuvo lugar el día 7, quedó aprobada de manera coercitiva una “resolución” sobre la suspensión de los derechos de Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

La aprobación de esa “resolución“, patrocinada por EE.UU. y el Occidente, es un acto injusto que persigue un objetivo político prejuicioso y unilateral que no tiene ningún fundamento científico o validez legal.

Es evidente la intención de EE.UU.

Trata de mantener el ilegal y brutal orden de la hegemonía liderada por EE.UU., al aislar en la escena internacional a los países y fuerzas independientes que le desafían.

Ya hemos rechazado categóricamente la adopción de la “resolución” anti-Rusia calificándola de clímax de la politización, selectividad y doble rasero en el tema de DDHH.

De hecho, EE.UU., peor violador de DDHH en el mundo, perdió hace mucho tiempo el derecho a discutir este asunto.

Su retorno al Consejo de DDHH de la ONU produce el resultado de ensuciar este escenario de la ONU y buscar desgracias al mundo, lejos de fomentar los DDHH en la palestra internacional.

La aprobación de la presente “resolución” anti-Rusia comprobó una vez más que EE.UU. no está interesado en nada en el verdadero “mejoramiento de DDHH” y distensión ni en el mantenimiento de la paz y, por el contrario, anda enfrascado en sacar provechos propios de generar el enfrentamiento y la desconfianza entre los países e incitar la pelea entre estos.

Mientras no se remedien el despotismo y las arbitrariedades que comete EE.UU. abusando de las organizaciones internacionales, el mundo nunca podrá alcanzar la paz y la estabilidad.

No deben ser mal empleadas para los siniestros objetivos políticos de ciertas fuerzas, las organizaciones internacionales que asumen la misión de promover la igualdad, unidad y cooperación entre los Estados soberanos e implantar la justicia y paz internacionales.

La ONU y las organizaciones internacionales no deberán ser abusados más nunca como medio con que EE.UU. ejerce a sus caprichos la presión política y el chantaje y amenaza a los países que le caen mal