Es una de las tradiciones creadas y desarrolladas desde antigüedad por los coreanos.
El carbón vegetal se clasifica en el negro y el blanco. El primero se obtiene con la manera de depurar maderas en la temperatura de 600-700º C y calentarlas en el horno durante 2-3 días hasta llegar a 100º C. El segundo se produce con el método de depurar maderas en 800-1300º C y cubrirlas con tierra o ceniza para apagar rápido el fuego. Se utilizaban hornos hechos de tierra y piedra, respectivamente.
En Corea el carbón de leña se usó desde la edad primitiva y para fabricar instrumentos y armas como azada, hoz, lanza y espada en la edad antigua.
El carbón vegetal, materia porosa, tiene la función de absorber olores y otras materias. Los coreanos lo aprovecharon en la preparación de salsa de soja y kimchi para conservarlos por largo tiempo. Tenían la costumbre de asar carne con el uso de carbón de leña. Además, lo emplearon para planchar vestidos y pulir metales y artesanías de madera y en el brasero.
Sus materias primas son encina, abedul, álamo temblón, pino, alerce, pícea, sauce, paulonia, fresno, etc.
Servían carbones hechos de sauce, camelia y magnolia para pulir piezas artesanales de oro y plata y vasijas, los de paulonia y fresno para la calefacción y los de encina y pino en el sector metalúrgico.
Además, el carbón se utilizó como materia prima para obtener carbón activo, bisulfuro de carbón y tetracloruro de carbón y como agente para purificar aguas en la industria alimentaria y la de artículos de empleo diario y absorber y endurecer materiales.
La costumbre de utilización de carbón vegetal se transmite como el patrimonio cultural de Corea.