La artesanía de jade es una forma de bellas artes consistente en fabricar con esta piedra los objetos ornamentales y utilitarios.
Desde antigüedad el jade se utilizó como un buen material artesanal por tener colores variados, claros y transparentes y ser conservado por largo tiempo.
En Corea la artesanía de jade comenzó desde hace mucho tiempo.
En la Edad Antigua y la Media el jade se aprovechó para ornamentar coronas de oro, collares, brazaletes y pendientes y fabricar flautas, botones, pasadores y otros objetos.
Especialmente, los cinturones de jade hechos en el período de Coryo (918-1392) fueron decorados con varios dibujos delicados como las flores, aves, nubes, dragones y fénix, y demuestran el nivel de artesanía de jade en este tiempo.
En el período de la dinastía feudal de Joson (1932-1910), aparecieron talleres de elaboración de jade, privados o gubernamentales, y se desarrolló esta actividad en las zonas productoras de jade.
Los principales procesos de fabricación de obras artesanales fueron la extracción de minerales, corte, perforación, afilado, elaboración y lustrado.
En el pasado estos procesos se llevaron a cabo mediante la producción manual.
Hoy en día, con la apariencia de las zonas productoras de jades de diferentes calidades y colores y la introducción de máquinas modernas, se elaboran los objetos de alto nivel descriptivo y gran valor artístico.
En Corea se fabrican muchos objetos de jade con valor ornamental y artístico, que contribuyen al fomento de la vida cultural del pueblo.