Son viviendas tradicionales en el barrio Puk-an al pie del monte Janam de la ciudad de Kaesong. Sus casas con tejas y aleros que tienen muchos aspectos de la antigüedad, alineadas a lo largo de la calle, resaltan aún más el paisaje histórico de Kaesong que fue la capital de Coryo (918-1392).
Los hogares por lo general se componen de varias piezas de hipocausto incluyendo cuarto interior, cuarto opuesto y cuarto de visitas. Asimismo poseen sala con piso de madera, cocina, depósito de utensilios de cocina, portal, cobertizo de útiles de labranza y vida y corral.
En las casas de aristócratas y personas de capas acomodadas las habitaciones del hombre y la mujer, el viejo y el joven, el amo y el criado estaban estrictamente clasificadas según el concepto del confucionismo de entonces.
En el patio delantero acondicionaron armoniosamente la laguna y el arríate y el hermoso jardín plantando árboles decorativos.
Lo característico de las viviendas de dicha villa es que han acondicionado de modo relativamente excelente las piezas traseras de la casa. Las anexas para visitas de modo miserable. El interior de la casa cuadrangular estaba aislado del exterior para no ser vistos desde fuera
Esta característica arquitectónica tiene que ver con la afición de vida de los habitantes de esta región que no querían revelar la vida doméstica de la familia.
Lo espectacular en las viviendas de esta villa es el adorno del tinajero según el cual evaluaban la tradición familiar de la casa. Lo construían con dos o tres pisos delante de la tapia de la parte donde está la cocina. Colocaron las vasijas de modo ordenado según su tamaño y color, la tinaja en el piso trasero, el tinajón en el medio y la jarra en el delantero. Tal disposición se hereda hasta hoy.
Actualmente, en la villa viven miles de habitantes en centenas de viviendas y existe un hotel folclórico donde los turistas pueden contemplar y experimentar personalmente el estilo arquitectónico tradicional de moradas y la costumbre de vida de la nación coreana.
Desde 1957 la villa fue definida como objeto de conservación estatal según la política de protección de patrimonios nacionales del Estado.
La villa folclórica de Kaesong constituye un ejemplo representativo de una antigua ciudad, se conoce como “vestigio histórico vivo” donde los antepasados coreanos han vivido más un milenio, generación tras generación, desde el período de Coryo y viven actualmente sus descendientes.
He aquí el valor cultural de esta preciosa herencia de la tradición folclórica de la nación coreana.