Jo Myong Nam es un tornero en la Fábrica de Máquinas Textiles de Pyongyang.
Después de haberse licenciado hace 15 años, cuida con mucho mimo el torno No.26 para elevar la calidad y la capacidad de los productos realizando el CNC (control numérico computarizado) del equipo. En ese proceso posee la técnica y habilidad más alta y recibió la calificación de ingeniero al terminar el curso de la facultad de educación a distancia de la Universidad Politécnica Kim Chaek.
Él tiene otro trabajo por añadidura. Siendo diputado a la Asamblea Popular Suprema se esfuerza por ejecutar correctamente las políticas, leyes y órdenes del Estado en la zona encargada y, compenetrándose con las masas y discutiendo con ellas, resuelve todos los problemas pendientes.
En verano del año pasado, cuando en una zona poblada hubo un peligro de inundación, lo previno a tiempo al tomar medidas necesarias comunicándolo al órgano del Poder popular. Una vez en camino al trabajo vio el columpio roto de un parque infantil y lo arregló con los jardineros y un día, arriesgando la vida, extinguió el incendio causado por accidente en una escuela primaria.
Las personas lo respetan y aman llamándole “nuestro diputado”, pues es fiel a su trabajo y consagra todo para el pueblo.
En Corea hay muchos diputados procedentes de trabajadores y campesinos como Han Myong Hui, tejedora de la Fábrica Textil Kim Jong Suk de Pyongyang, Sin In Ok, jefa del subgrupo de la Granja Cooperativa Sokji del distrito de Onchon de la ciudad Nampho y Song Chang Ho, jefe de pozo de la Mina Carbonífera Juventud 8 de Febrero de Jiktong. Ellos son servidores fieles que siempre prestan oídos a la voz del pueblo y hacen esfuerzos para resolver inmediatamente sus demandas, para no faltar a la expectativa que le depositó el pueblo.