A principios de enero del año anterior Chae Kum Chol, estudiante del Instituto Superior Pedagógico en Phyongsong pasó las vacaciones invernales en su pueblo natal. Allí escuchó de su maestra de la escuela secundaria el hecho de que faltaban maestros en la filial de una aldea forestal.
Como estaba en vísperas de graduarse se quedó muy pensativo, porque abrigaba el ideal de ser un educador competente en la escuela de una ciudad animada.
Pero en aquel momento se dió cuenta de que la educación para las generaciones futuras implica conciencia y abnegación.
Por esto tomó la decisión de ser maestro en esa aldea a unos 85 kms de su pueblo natal cuando se graduara.
Otros muchos graduados de institutos superiores como el Pedagógico Kim Hyong Jik, el de Nampho, los de Maestros Kim Jong Suk y de Sinuiju fueron voluntariamente a trabajar a las escuelas y sus filiales situadas en islas, zonas montañosas y cercanas a la línea de demarcación militar.
Después del VIII Congreso del PTC (enero de 2021) muchos jóvenes acudieron voluntariamente a las minas, el campo de construcción de centrales hidroeléctricas y las granjas cooperativas. Entre los cuales figuran funcionarios de la Unión Juventud como pòr ejemplo Song Kum Yong, instructora de la Organización de Niños de la escuela secundaria en Singan del municipio Hyongjesan de Pyongyang. También hicieron lo mismo Thae Hak Chol del comité de la UJ en el distrito Myongchon de la provincia Hamgyong del Norte y Pak Song Rim, del comité de la UJ en el distrito Onsong quienes fueron primeros en solicitar a trabajar en el sector agrícola.
Los jóvenes coreanos buscan la dignidad y alegría de su vida en el camino de materializar el ideal y la aspiración de trabajar para la patria y el pueblo en su época de juventud.