Estimados compañeros delegados:
El VIII Congreso del Partido del Trabajo de Corea, celebrado en un momento de suma importancia para el fortalecimiento de nuestro Partido y la construcción del socialismo a nuestro estilo, concluye sus labores tras someter al debate exhaustivo todos los tópicos abordados y adoptar una resolución al respecto gracias al gran entusiasmo de todos los delegados.
En este evento todos los delegados asistieron al debate con alta conciencia partidista y responsabilidad, presentaron activamente opiniones constructivas y llegaron al consenso, mostrando así sin reservas la combatividad de nuestro Partido que trabaja, lucha y avanza.
Por supuesto, hasta la fecha tuvimos muchas reuniones políticas importantes y magnas citas de todo el Partido, y en cada una de ellas fue muy elevado el fervor con que los participantes recibían las políticas e ideología del Comité Central del Partido. Pero en este Congreso percibo por primera vez el extraordinario afán con que toda la concurrencia participa con entusiasmo en el debate de los asuntos.
Todos los delegados, sin excepción alguna, estudiaron de modo activo y con seriedad todos los asuntos abordados preocupándose por el éxito o el fracaso de nuestra revolución, relacionados con el destino de sí mismos y de sus hijos, y asistieron con fervor a las intensas jornadas de la reunión.
Me quedé muy emocionado viendo a ellos, siempre presentes de las expectativas de nuestros millones de militantes del Partido y decenas de millones del pueblo y dispuestos a asumir juntos la importantísima responsabilidad por el avance y desarrollo de la revolución, hacer ingentes esfuerzos por definir nuestro rumbo de lucha y estrategia y táctica que son los más certeros y eficaces. Esto me infundió un gran ánimo, y se lo agradezco de todo corazón.
Los lineamientos revolucionarios y los proyectos de lucha inmediatos aprobados por el VIII Congreso del Partido les infundirán a todos los militantes y demás sectores del pueblo una inmensa esperanza sobre nuestro futuro y los exhortarán a levantarse en la nueva lucha y lograr méritos. Asimismo, producirán un cambio decisivo en fortalecer aún más a nuestro Partido en lo organizativo e ideológico y elevar su capacidad de orientación sobre el conjunto de la revolución y su construcción.
Delegados:
A través de esta cita se han manifestado una vez más la fuerza de la unidad y el fervor revolucionario, propios de nuestro Partido y pueblo que, unidos monolíticamente con una misma idea y voluntad, avanzan y ascienden ininterrumpidamente hacia la nueva meta de lucha, pese a los múltiples desafíos y pruebas.
Todos miembros del Partido, oficiales y soldados del Ejército Popular y demás sectores del pueblo defendieron fidedignamente sus centros de trabajo y puestos para salvaguardar el VIII Congreso del Partido y con sus éxitos laborales sin precedentes expresaron sus plenos apoyos y expectativas a esta reunión.
En nombre del Congreso extiendo mi cordial agradecimiento a todos los miembros del Partido, oficiales y soldados del Ejército Popular y demás sectores del pueblo quienes demostraron su ilimitada devoción y espíritu revolucionario manteniendo la máxima tensión para el éxito del VIII Congreso del Partido.
Delegados:
Este fue un congreso de lucha y avance que manifestó la inconmovible voluntad de los revolucionarios decididos a lograr a toda costa la prosperidad, el fortalecimiento y el desarrollo del socialismo a nuestro estilo, llenos del coraje y la confianza en sí mismos y enarbolando invariablemente la bandera del gran kimilsungismo-kimjongilismo.
El conclave analizó pormenorizadamente los cambios delicados de la situación interior y exterior del país y sus influencias subjetivas y objetivas sobre nuestra revolución, hizo un balance correcto de las labores efectuadas en el último lustro y, según la nueva circunstancia y situación creada, presentó científicas y justas orientaciones estratégicas y tácticas para el reajuste y desarrollo del cimiento económico del Estado y la consolidación de su régimen social, dilucidando así el rumbo de avance de todos los trabajos del Partido y el Estado.
Sin duda alguna, esto significa la preparación de una nueva fuerza motriz, un correcto jalón para nuestro avance. Así que estoy seguro de que la cita sirvió de una oportunidad que impulsó nuestra sagrada causa.
El VIII Congreso del PTC adquiere gran importancia también para el fortalecimiento y el desarrollo de nuestro Partido.
Al pasar por otro gran proceso en el fortalecimiento y el desarrollo del Partido, estamos llenos de confianza en nosotros mismos y de orgullo por nuestra empresa y una vez más sentimos profundamente la importancia de la responsabilidad que asumimos.
La resolución del congreso del Partido es la estrategia y táctica de nuestro Partido encaminada a lograr una nueva victoria en la construcción del socialismo a nuestro estilo, el juramento que el PTC hizo ante la revolución y el pueblo y, a la vez, la máxima orden que nuestro gran pueblo le ha impartido al Comité Central del Partido.
Nuestros militantes y delegados debemos tratar la resolución del Partido con esa noble concepción y aceptarla como un deber importante y honroso.
El porvenir de la causa socialista depende de cómo realizamos las tareas determinadas en este Congreso, sobre todo, el Plan Quinquenal para el desarrollo de la economía nacional.
Nos atañe materializar incondicional y cabalmente las tareas programáticas indicadas por el Congreso del Partido para así pasar a otro gran auge de la revolución y proporcionar al pueblo lo antes posible una condición y un ambiente de vida más confortables y estables.
Es menester organizar el estudio de la resolución del Congreso en todo el Partido para aceptar a carta cabal las tareas y deberes asignados por el Congreso, librar una lucha audaz y transitar a una etapa nueva y alta la construcción socialista.
A las agrupaciones del Partido a todos niveles les incumbe organizar un estudio intensivo para armarse con el contenido del documento y la resolución del Congreso, realizar sustancialmente la discusión y la labor organizativa y política destinadas a materializarlas, trazar un proyecto minucioso y desplegar dinámicas actividades para cumplir las resoluciones del cónclave.
Movilizarán primero los corazones de los militantes para que orienten a las masas a portentosos éxitos y proezas a través de su lucha de precursores, y todas las unidades y todo el país se bullirán para el cumplimento de la resolución del Congreso.
Organizarán en todo el Partido el estudio sobre los Estatutos del Partido nuevamente enmendados y establecerán estrictamente un ambiente que les permitan a las organizaciones y los militantes cumplir las normas de los Estatutos en todos los procesos y momentos de la labor y vida partidistas.
Delegados:
Aún son múltiples las pruebas y dificultades que nos desafían, pero es firme nuestra decisión y optimista el futuro.
Nuestro Partido siguió, sigue y seguirá invariable e infinitamente fiel al espíritu de darles prioridad a las masas populares y hará cuanto esté a su alcance para lograr nuevas y sucesivas victorias en la construcción socialista.
Por contar con el PTC, que orienta correctamente la revolución y la construcción enarbolando como bandera invencible el gran kimilsungismo-kimjongilismo, y con la poderosa fuerza irresistible de la unidad monolítica del Partido y las masas populares, nuestra revolución avanzará vigorosamente venciendo todas las dificultades.
Avancemos todos enérgicamente hacia la nueva victoria de la revolución, firmemente convencidos del triunfo de la causa socialista, la de la revolución del Juche, y unidos inquebrantablemente en torno al CC del Partido,
Confiando en que gracias a la elevada combatividad y unidad, el extraordinario entusiasmo patriótico y el esfuerzo tenaz de todo el pueblo y oficiales y soldados del Ejército Popular se materializarán brillantemente la estrategia y orientaciones de lucha planteadas por el VIII Congreso y se logrará un avance trascendental en la construcción de nuestro socialismo, declaro clausurado el VIII Congreso del PTC.