En medio del fuerte apoyo y expectativas de todos los militantes del Partido, los habitantes y los oficiales y soldados del Ejército Popular, quedó clausurado el día 12 el VIII Congreso del Partido del Trabajo de Corea tras terminar con éxito el debate sobre los puntos de la agenda.
La reunión de octava jornada transcurrió en un ambiente lleno de la voluntad revolucionaria de los delegados de apoyar con fidelidad la idea y dirección del Comité Central del Partido, y dedicarse a la materialización de la resolución del congreso y servir incondicionalmente al pueblo.
Salió a la tribuna el Secretario General del PTC, Kim Jong Un, quien marcó un hito de nueva victoria para el avance del Partido y la revolución y coronó el Congreso del Partido como el revolucionario de avance e innovación.
Todos los delegados le acogieron con aplausos.
El Secretario General pronunció el programático discurso resumen sobre el VIII Congreso del Partido.
Él dijo que el presente congreso sometió a la consideración y deliberó con seriedad el plan de lucha inmediata para abrir nueva era de auge y cambios de la revolución y la construcción y otros temas importantes para el fortalecimiento del Partido.
Expresó que acepta como su máximo honor su reelección como máximo líder del PTC por todos los delegados y militantes del Partido, pero se siente penoso y cargado de responsabilidad al mismo tiempo. Y juró con solemnidad que consciente de la sagrada misión de representar y responsabilizarse del gran Partido Kimilsungista-Kimjongilista, hará todo lo posible por materializar el programa de lucha presentado por el Congreso del Partido y servirá fiel y abnegadamente al pueblo considerándolo como cielo de destino.
Aclaró la idea y espíritu principales del presente Congreso y dio énfasis especial en que todo el Partido se atenga más a los 3 ideales, o sea, Iminwichon (considerar al pueblo como el cielo), unidad monolítica y autoconfianza, volviendo a sentir en carne propia su vigencia.
Para obtener nueva victoria y notable avance de la causa socialista subrayó y llamó fervientemente a todos a luchar con más dinamismo por la materialización satisfactoria del programa de lucha presentado por el VIII Congreso del Partido, por el fortalecimiento y desarrollo del glorioso PTC y la marcha victoriosa de la causa revolucionaria del Juche y por el pueblo.
Cuando el Máximo Dirigente concluyó el discurso resumen, todos los participantes expresaron el apoyo total y aprobación.
El cónclave pasó al procedimiento para aprobar la resolución sobre el primer punto de la agenda “Balance de las Labores del Comité Central del PTC”.
Examinó las opiniones creativas y constructivas, sintetizadas por el comité de elaboración del proyecto de la resolución a través de las reuniones consultivas por sectores, y decidió reflejarlas en la resolución del presente Congreso.
Los delegados reconocieron unánimemente que se han plasmado en la resolución las metas y tareas científicas, realistas y de movilización, convenientes a las demandas de la revolución en desarrollo.
El Congreso adoptó por unanimidad la resolución “Para cumplir cabalmente las tareas presentadas en el Informe de las Labores del VII Período del CC del PTC”.
El Secretario General del PTC pronunció las palabras de clausura.
Él apreció que a través de la presente cita partidista, se han manifestado de nuevo la unidad y el entusiasmo revolucionario propios del Partido y pueblo, que están unidos con una sola idea y voluntad y dan saltos y avances continuos hacia la nueva meta de lucha pese a los múltiples desafíos y pruebas. Y extendió cordial agradecimiento a todos los militantes del Partido, los habitantes y los oficiales y soldados del Ejército Popular que dieron muestras de su abnegación y temperamento revolucionario por la celebración exitosa del Congreso.
La resolución del Congreso del Partido constituye la estrategia y táctica del Partido para alcanzar una nueva victoria en la construcción del socialismo al estilo coreano y el juramento del PTC prestado ante la revolución y el pueblo y, al mismo tiempo, la orden suprema dada por nuestro gran pueblo al CC del Partido, aseveró y dijo encarecidamente que los militantes del Partido y los delegados deben tratarla con tal punto de vista y aceptarla como mucha seriedad y honor.
Declaró clausurado el Congreso convencido de que gracias a la elevada combatividad y unidad, el incomparable entusiasmo patriótico y los esfuerzos indoblegables de las organizaciones y militantes del partido, los habitantes y los oficiales y soldados del Ejército Popular, se implementarán satisfactoriamente las estrategias de lucha y orientaciones presentadas por el conclave y se imprimirá un avance trascendental en la construcción del socialismo al estilo coreano.
Se interpretó solemnemente “La Internacional”.
Al finalizar el cónclave, todos los participantes aclamaron al compañero Kim Jong Un, gran líder del digno PTC y destacado dirigente de la revolución del Juche, tomando el juramento de seguirle con fidelidad.
El Máximo Dirigente respondió cordialmente a los delegados quienes compartiendo la responsabilidad asumida ante el partido, dedicaron toda su alma a la celebración exitosa del Congreso, bien conscientes en todo el curso del mismo de que les cifran gran esperanza millones de militantes del partido y decenas de millones de habitantes.
Todos los participantes redoblaron la determinación de acatar con todo su corazón y energía la dirección del CC y alcanzar cambios reales y éxitos sustanciales siendo la semilla de revolución, abanderado y vanguardia de avance en todos los sectores por la materialización de resolución del VIII Congreso del Partido.
El VIII Congreso del PTC, efectuado en un período clave e importante para el desarrollo de la revolución coreana, presentó la correcta dirección de avance, que deben tomar en la etapa actual el partido y pueblo coreanos, y las científicas orientaciones estratégicas y tácticas y preparó la fuerza impulsora para su cumplimiento, de modo que se mostraran plenamente el aspecto revolucionario e ímpetu combativo del PTC que va creando e innovando constantemente manteniendo su integridad.
La magna cita se registrará en los anales del Partido y la patria como acontecimiento político, que marcó un hito de ascenso en el trayecto de fortalecimiento del gran Partido Kimilsungista-Kimjongilista y desarrollo general de la causa socialista al estilo coreano, y como cónclave de lucha y avance que dio buen impulso a la marcha histórica para abrir nueva era de auge y cambios de la revolución