Im Rok Jae, que dio gran aporte al desarrollo de la botánica del país, nació el 24 de noviembre del 9 de la era Juche (1920) en una pobre familia campesina de la actual comuna Chimchon del distrito Hwangju, provincia Hwanghae del Norte.
Bajo la ocupación militar del imperialismo japonés (1905-1945), tempranamente quedó huérfano del padre y pasó la infancia a expensas de sumadre viuda. Tenía, sin embargo, singular afición a la colección de plantas. Se dedicó a hacer un herbario recorriendo los campos y las montañas de su localidad, sobre todo, el monte Jongbang cubierto del bosque denso. Un día desenterró una raíz de Peligonatum sibiricum que pesaba cerca de 10 kilogramos, causando gran asombro a los aldeanos. Solía pegar en los papeles especímenes de hojas de árboles coleccionados por él.
Después de haberse graduado de la escuela de floricultura de Hwangju, fue a un país extranjero para continuar el estudio a costa de su propio trabajo.
Desde el inicio él se entregó de lleno al estudio, pero, en comparación con su fuerte aspiración al estudio, siempre le escaseaba el dinero.
He aquí una anécdota sobre “tres batatas” que muestra su situación económica.
Dado que debía pagar los gastos para el estudio y comprar libros de referencia, era preciso ahorrar en lo posible el dinero que ganaba trabajando a jornal. Para ello, el pobre Im se decidió a comer una batata en cada comida, en total, las tres al día.
Posteriormente, él solía contar a sus descendientes y discípulos sobre su situación económica de aquel tiempo, recomendándoles que estudiaran con afán en el benévolo régimen socialista que otorga becas a los universitarios, a fin de convertirse en hojas verdes que reverdecen la patria.
En 1943 terminó el estudio y regresó a la patria, donde se ubicó como profesor de la universidad imperial de Kyongsong en Seúl y se aplicó a investigar sobre insam Coryo y otras hierbas medicinales de Corea. En esos días consideró como vergüenza nacional el hecho de que entre miles de variedades de plantas coreanas, las denominadas en coreano llegaban solamente a la mitad, y se ofreció a corregir esta desviación. Pero, su esfuerzo fue condenado como “pecado”, por lo que llevó un año de vida carcelaria en la prisión de Sodaemun.
Una vez liberado el país (agosto de 1945), él salió de la cárcel y pasó a la parte Norte luego de recibir la carta de invitación del Presidente Kim Il Sung. Esa invitación le sirvió del punto de viraje de su vida.
Trabajó como primer jefe de cátedra de botánica de plantas medicinales de Facultad de Medicina de la Universidad Kim Il Sung y director del Jardín Botánico Central, dando gran aporte al desarrollo de la botánica del país.
El desarrolló el método de reproducción de Metasequoia glyptostroboides en un intento de propagar este árbol en todo el país, trasplantó más de 2 500 especies de plantas de origen coreano en el Jardín Botánico Central y aclimató y reprodujo las exóticas renombradas.
Especialmente, publicó más de 10 disertaciones referentes al cultivo de insam, y redactó muchos libros tales como “Colección de nombres de la vegetación coreana”, “Diccionario ilustrado de la vegetación coreana”, “Plantas medicinales coreanas” (2 tomos) y “Enciclopedia del bosque” (10 tomos). Recibió muchos títulos y condecoraciones incluyendo el de Académico (en 1986), el de Profesor de Mérito (en 1976), el de Doctor (en 1965), la Orden Kim Il Sung, el de Héroe del Trabajo y el de Científico del Pueblo.
Im Rok Jae formó innumerables expertos de las ramas de botánica, botánica de las plantas de valor económico, farmacología y jardinería. En los últimos momentos de la vida escribió en su diario lo siguiente: “Me quedaré como hoja verde junto con la patria.”
Sus restos están conservados en el Cementerio de Mártires Patrióticos.