En un artículo individual divulgado hoy, Rodong Sinmun exaltó el espíritu revolucionario y el coraje de lucha del pueblo coreano que al responder al llamamiento del partido, crea milagros seculares con el poderío de la unidad monolítica.
La convicción del pueblo coreano levantado en la arremetida frontal consiste en el espíritu de la férrea independencia y dignidad nacionales, destacó el diario y continuó:
Durante varias décadas, el pueblo coreano logró gran victoria en la lucha por defender la soberanía del país y la nación.
No doblegarse, esto es la constancia revolucionaria del pueblo coreano.
Los habitantes coreanos están rebosados de la confianza en sus propias fuerzas y la dignidad de la potencia, y se esfuerzan por hacer más gala del aspecto majestuoso y el poderío del Estado.
Su convicción está basada en la responsabilidad sobre la misión de la época de consolidar a toda costa el cimiento de la prosperidad para las generaciones venideras.
La arremetida frontal es una gigantesca campaña de creación para adelantar el futuro radiante de la patria mediante la ofensiva incesante.
Superar con iniciativa las dificultadas interpuestas sin esperar con brazos cruzados el cambio favorable de la situación y diseñar y practicar con absoluta perfección todas las cosas para que se les correspondan los beneficios reales a las generaciones venideras, es el temperamento de lucha del pueblo coreano.
“¡Vivir no para hoy, sino para mañana!”, esto es el punto de vista del pueblo coreano sobre la vida y sobre la generaciones futuras.
Es cierta la victoria de la arremetida frontal gracias a la dirección del Partido del Trabajo de Corea, el poderío irrefrenable de la unión monolítica y la energía latente y la potencialidad del Estado