El portavoz del Ministerio de las Fuerzas Armadas Populares de la República Popular Democrática de Corea publicó el día 7 una declaración que sigue:
El día 6, el círculo militar surcoreano llevó a cabo un ejercicio militar conjunto en la zona candente del Mar Oeste de Corea movilizando más de 20 cazas tipo “F-15K”, “KF-16”, “F-4E”, “FA-50” pertenecientes a la comandancia de combate aéreo de las fuerzas aéreas y las lanchas rápidas de la flota No.2 de la marina de guerra, etc.
Esta locura de los belicistas militares surcoreanos es el clímax de enfrentamiento militar, de lo cual no podrá sacar más ningún pretexto siquiera sea su amo que repetía como voz automática de teléfono el paro, la gran lástima y otras palabras por el estilo insistiendo en que nuestra acción no conviene a los esfuerzos por relajar la tensión de la Península Coreana.
Todas las cosas vuelven al estado previo a la Cumbre Norte-Sur de Corea de 2018.
El entrenamiento militar tuvo lugar en el aire y el mar de la zona más candente del Mar Oeste, escenario de anteriores choques militares entre ambas partes coreanas, simulando el supuesto “indicio anormal” y “provocación” de la RPDC.
Lo grave del caso es que el círculo militar surcoreano llevó a cabo la maniobra militar definiendo a la RPDC como “enemiga”.
Este hecho constituye una provocación seria que no se puede pasar por alto de ninguna manera y nos obliga a tomar la reacción necesaria.
Se trata además de la acción intencional en busca de enfrentamiento que tampoco se puede excusar.
El círculo militar surcoreano no ocultó siquiera que el objetivo del presente ejercicio militar estuvo en mejorar la capacidad de reacción a la supuesta “provocación” con fuego y de asalto del Norte, atacar el foco de “provocación del enemigo” y rechazar las fuerzas de apoyo.
Esta imprudente provocación constituye desafío total y traición abierta al Acuerdo Militar Norte-Sur en que ambas partes se comprometieron ante toda la nación a prohibir todas las formas de acción hostil a la contraparte en la tierra, el mar y el aire, en particular, hacer pacíficas las aguas del Mar Oeste.
Igualmente, devino la oportunidad que nos volvió a advertir que el enemigo sigue siendo lo mismo.
Ya que el enemigo anda con frenesí hablando a boca llena que nos atacaría, no podemos estar con brazos cruzados.