En marzo del 63 de la era Juche (1974), la Asamblea Popular Suprema de la RPD de Corea aprobó la ley “Sobre la total abolición del sistema tributario” en su V Sesión de III Legislatura.
Esta disposición entró en vigencia desde el primero del mes siguiente.
Así, la RPDC se convirtió en el primer Estado del mundo que abolió por completo los impuestos e hizo realidad el sueño de su pueblo deseoso de vivir en un mundo libre de los mismos.
Una vez liberado el país en agosto de 1945, el gobierno coreano suprimió el sistema tributario colonial del imperialismo japonés y estableció otro popular y democrático. Aligeró de manera sistemática las obligaciones tributarias de los habitantes en la medida que se consolidaba la base de la economía nacional independiente.
Después del cese al fuego, llevó a cabo la transformación socialista de las relaciones de producción y asentó un firme cimiento de la industrialización, permitiendo que el régimen tributario perdiera poco a poco su significación en la vida económica del país.
De acuerdo con las condiciones y posibilidades que se creaban adoptó la medida de abolir por completo el impuesto agrícola en especie entre 1964 y 1966.
Como consecuencia, existían solo los impuestos por renta y de autonomía local que eran anodinos en el ingreso del presupuesto estatal.
La consolidación del sistema socialista y el desarrollo de la economía nacional independiente sirvieron de garantía para abolir el régimen tributario.
Esta medida popular sin precedente en la historia de la humanidad fue un anhelo secular del pueblo y, al mismo tiempo, la firme decisión del gran Líder Kim Il Sung.