El día 18, los ministros del gobierno japonés enviaron ofrendas al Santuario Yasukuni en pos del actual gobernante y más de 90 parlamentarios de los partidos en poder y opositores acudieron al local, motivo por el cual el vocero de la Asociación de Coreanos Reclutados Forzosamente y Sus Familiares hizo pública una declaración de condena fechada el día 20.
El Santuario Yasukuni donde divagan de los criminales de guerra de primera categoría sentenciados por la historia es el símbolo del militarismo japonés que se dedicaba a las agresiones y guerras de rapiña, comienza el documento y prosigue:
Los políticos japoneses persisten en su visita organizada y anual al santuario, cuyo objetivo reside en inculcar el militarismo en sus habitantes japoneses así realizar a todo trance el añejado sueño de la “esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental”.
Al haber rendido culto en colectivo han demostrado una vez más claramente que no guardan en su mente ni un ápice de conciencia de remordimiento o disculpa por sus crímenes del pasado y, por el contrario, arden sólo en deseos de reagredir al extranjero volviendo hacia atrás la historia.
La Asociación de Coreanos Reclutados Forzosamente y sus Familiares condena categóricamente el acto, acusándolo de un desafío frontal a la justicia, la paz y los derechos humanos y de un crimen de lesa humanidad encaminado a afrentar a las víctimas del pasado y sus familiares.
Los políticos japoneses no deben ir a contrapelo de la demanda de la opinión pública mundial, de la corriente de la época, ni abultar el expediente criminal de sus antepasados contra el pueblo coreano, sino ir camino a saldar cuentas de lo pasado cuanto antes.