En octubre de 2014 (103), el Máximo Dirigente Kim Jong Un visitó la Casa de Reposo de Científicos de Yonphung recién construida.
Una vez allí, recorrió varios lugares con el semblante rebosante de alegría por el hecho de que se acondicionó excelentemente una casa de reposo para los científicos y técnicos a la orilla del pintoresco lago Yonphung.
Pasó por el departamento de recuerdos que estaba en el hall del primer piso donde, diciendo que las fotos son las únicas que quedan como recuerdo de los vacacionistas, sugirió instalar allí el equipo de revelación de fotos. Al ver las mesas de ping-pong instaladas en el segundo piso, aconsejó que si jugaban allí tendrían que subir y bajar la escalera para recoger la pelota caída al piso inferior e hizo trasladarlas a otro lugar y poner en su lugar otros equipos de ejercicio.
En el hall dotado de establecimientos de servicio incluyendo la sala de terapéutica, la barbería y el salón de belleza, se detuvo de repente y les preguntó a los funcionarios si la casa de reposo podría ser aprobada por los científicos.
Hizo la misma pregunta a uno de los acompañantes, cuando recorría la piscina recreativa bajo el techo, dotada de la ducha medicinal, el aparato de masaje mediante el ultrasonido subacuático y las butacas.
El preguntado le contestó que era muy excesiva para los científicos.
Pero, el Máximo Dirigente, sin asentirlo, continuó el recorrido por la piscina recreativa al aire libre, la cancha polivalente, la residencia vacacional, etc., para averiguar en detalle el estado de su acondicionamiento. Luego, esbozando una amplia sonrisa como si ya estuviera sosegado, dijo con vehemencia que la casa de reposo bastaba para ser aprobado para los científicos.