Hace poco, las autoridades japonesas aprobaron en nombre del gabinete el mensaje de respuesta a la pregunta de un parlamentario que cuestiona la República Popular Democrática de Corea y la Asociación General de Coreanos Residentes en Japón (Chongryon).
La esencia de este documento es que se considera la Chongryon como una entidad anti-estatal porque esta mantiene las “relaciones estrechas con el Norte de Corea” y tiene la “posibilidad de desarrollar el sabotaje de carácter violento según la situación dada”.
Los reaccionarios japoneses tildaron a la Chongryon de blanco de investigación según la “ley para prevenir las actividades subversivas”, echándole 14 culpas entre otras la vinculación con el “problema de secuestro” y el “caso de exportación ilícita”, etc.
Esta maniobra anti-Chongryon demuestra que las autoridades niponesas mantienen invariablemente la posición hostil a la RPDC y su entidad ultramarina a pesar del cambio de la situación y el ambiente pacífico de la Península Coreana, aplaudidos por el mundo entero.
Así señala el diario Rodong Sinmun en un comentario individual difundido este domingo y prosigue:
En estos días, las autoridades japonesas preconizan a menudo el diálogo con la RPDC, pero sus palabras no coinciden con sus hechos.
Se repite otra vez, la calumnia y represión anti-Chongryon significan la hostilidad y grave provocación política contra la RPDC.