Hace casi 20 años vino a la empresa de mantenimiento de instalaciones viales del municipio Phyongchon de la ciudad de Pyongyang, una mujer treintañera. Ella fue precisamente Jo Kil Nyo que tomó la decisión de ser barrendera de viales.
Al principio le costó mucho trabajo su oficio pues antes solo se dedicaba al quehacer doméstico.
Para colmo de males, como para probar su voluntad, en el invierno del año en que ella fue ubicada como barredora, hubo un frío cortante sin precedente en los 50 años acompañado de una gran nevada y furiosa nevasca. Casi diariamente Jo tenía que barrer la nieve apilada hasta pasar la altura del tobillo. Le parecía interminable la limpieza de viales que necesitaba caminar diariamente decenas kilómetros superando el frío cortante en invierno y el calor canicular en el verano.
Aunque durante su juventud hizo el servicio militar como artillera manejando el cañón pesado, a veces se desplomaba tan agotadacomo el algodón empapado. Entonces le daba ánimo su marido An Tae Gon que trabajaba a la sazón como chófer del comité popular de la ciudad: “Para mí el momento más alegre es cuando conduzco el auto a lo largo de la calle limpiada por ti.”
En sus palabras estaban impresas la recomendación de que ella trabajara mucho para la generosa patria socialista que le aseguró una vida dichosa y la confianza de que fuera una fiel servidora del pueblo.
Arrepintiéndose por su debilidad aunque fuera un instante, salió a trabajar. Ella barrió los viales desde la madrugada temprana y veló las noches recorriendo el tramo encargado. Incluso, un día de la temporada de lluvia se lanzó sin vacilación a un alcantarillado que vomitaba aguas pluviales.
Siempre trabajó con esmero tanto en barrer viales como en poner baldosas. Además inventó varias herramientas eficaces para el mantenimiento de los viales, tales como el triciclo barredero en uso de energía solar que se evaluó altamente en la exposición nacional de éxitos científicos y técnicos y se aplicó ampliamente en la administración urbana.
Viendo a Jo limpiando viales casi sin un día de descanso por decenas de años, los pasajeros le envían el agradecimiento sincero, a los cuales les suele contestar que cuanto más los viales de la ciudad se hacen hermosos, tanto más florece la felicidad del pueblo.
En reconocimiento a sus méritos el país le otorgó la alta condecoración estatal.
En 2014 fue electa a diputada de la XIII legislatura de la Asamblea Popular Suprema y el año presente, reelecta a la XIV de la APS.