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La última reunión del comité intergubernamental para la protección del patrimonio inmaterial de la humanidad reunido recientemente en la Isla Mauricio decidió añadir la lucha tradicional coreana también llamada Sirum como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Esta lucha tradicional es a día de hoy un deporte vivo y con un seguimiento grande en la nación coreana, se estima que es el tercer deporte más popular. Sus orígenes son inciertos, pero se conservan registros de esta modalidad de lucha datados alrededor del siglo IV, por lo cual tiene una historia de al menos 1700 años de existencia. En un principio era una forma de defensa personal y practicado ritualmente en los estados tribales existentes en la larga historia coreana.
En esta lucha practicada por dos contendientes que se enfrentan entre si el objetivo es conseguir que el contrario toque el suelo con cualquier parte por encima de su rodilla. Ambos luchadores llevan atados a su cintura y a sus muslos un cinturón ( en coreano llamado 샅바 ‘satba’ ) tradicionalmente fabricado en algodón, este cinturón es usado por su adversario para agarrarlo y mediante levantamientos, presiones, torceduras y demás técnicas similares conseguir el objetivo de derribar al oponente. La lucha se practica en un circulo de arena que suele mediar unos 7 metros de diámetro, del cual los luchadores no deben salir para considerarse correctas las diversas técnicas usadas. Esta lucha esta controlada por tres árbitros, uno principal y dos auxiliares, el principal de pie alrededor de los luchadores y los dos auxiliares sentados en lados opuestos del circulo de prácticas.
La lucha comienza con ambos contendientes arrodillados agarrando el cinturón opuesto para posteriormente levantarse manteniendo el control sobre el cinturón de su adversario. Al contrario que en el sumo en la lucha tradicional coreana no esta permitido empujar ni golpear, por lo general en el sumo los luchadores son pesados mientras en que la lucha coreana los contendientes suelen ser fibrosos
