ACNC denuncia en comentario las acciones anti-RPDC de Japón

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Japón se mueve atareado para la interceptación naval anti-RPDC.

El año pasado, había acusado al comité de sanción anti-RPDC del Consejo de Seguridad de la ONU la posibilidad de traslado de materiales en el mar.

Este año confunde la sociedad internacional planteando la sospecha de que la RPDC haya recibido desde un barco desconocido los productos de petróleo refinado en alta mar.

Resulta ridículo tal comportamiento de los marginados de la corriente de la situación regional.

Los diálogos activos entre la RPDC y otros países sobre el desarrollo positivo de la situación regional inquietan cada día más al país isleño.

El giro brusco de la situación de la Península Coreana hacia el relajamiento y el diálogo hizo sentirse aislado y apenado a Japón que recurría frenéticamente a la confrontación con el país socialista y la presión a éste poniéndose al frente de la política hostil.

La corriente de paz y estabilidad, que reina en la Península Coreana y la región, invalida la “teoría de amenaza del Norte de Corea” que usaba Japón para estructurar la base político-militar y socioeconómica necesaria para volver a ser un Estado bélico.

Para salir de tal situación desfavorable, los reaccionarios japoneses introducen los equipos de vigilancia y el personal de otros países en sus maniobras de interceptación marítima anti-RPDC.

Con el fin de realizar a toda costa su sucia ambición de convertirse en potencia militar y lanzar la agresión expansionista, tratan de dar destaque a su existencia en la solución del problema de la Península Coreana, frenar los esfuerzos de la RPDC por la preservación de la paz y hacer volver la situación a la época de confrontación.

Estas acciones donquijotescas no convienen a la actual corriente de la situación.

Los países vecinos y la sociedad internacional expresan apoyo a la posición y esfuerzos sinceros de la RPDC por impulsar el desarrollo positivo de la situación de la Península de Corea. Es deseable que se acelere el proceso actual de alivio de la situación con vistas a contribuir a la paz, la estabilidad del mundo y el desarrollo de civilización.

En este momento, tales esfuerzos frenéticos de Japón devienen un desafío frontal al deseo de la humanidad sobre la paz.

Si sigue actuando como ahora, Japón será más excluido en el proceso de solución del problema de la Península Coreana.

Japón debe saber bien que no tendrá futuro si navega contra la corriente.