Partido del Trabajo de Corea

El Partido del Trabajo de Corea (PTC) se fundó el 10 de octubre de 1945 (34). Es un partido kimilsungista-kimjongilista.

Kim Il Sung es fundador y eterno líder del PTC.

Kim Jong Il es símbolo y eterno jefe del PTC.

Kim Jong Un es el gran dirigente del PTC y el pueblo coreano que va fortaleciendo y desarrollando esta organización política como partido de Kim Il Sung y Kim Jong Il, y conduce a la victoria final la revolución del Juche.

El PTC constituye un destacamento nuclear y vanguardia de la clase obrera y demás sectores del pueblo trabajador, que ha logrado una sólida unidad organizativa e ideológica, es un partido revolucionario de tipo jucheano que tiene como única idea directriz el gran kimilsungismo-kimjongilismo.

Toma esta doctrina por el punto de partida de su construcción y actividades, por el cimiento de su consolidación ideológica y organizativa y por su guía para dirigir la revolución y construcción.

El PTC es un partido revolucionario de la clase obrera, un partido de masas, arraigado profundamente entre los obreros, campesinos, intelectuales y otros sectores del pueblo trabajador e integrado por los elementos de avanzada dispuestos a luchar aún a riesgo de la vida propia por la victoria de la causa socialista.

Representa los intereses de la nación coreana y su pueblo.

El PTC constituye la suprema forma de todas las organizaciones políticas de las masas populares trabajadoras; la organización política rectora de la sociedad que dirige en forma unificada la política, los asuntos militares, la economía, la cultura y todas sus demás esferas; el Estado Mayor de la revolución; y el organizador y orientador de todas las victorias del pueblo coreano.

Se empeña por la victoria de la obra revolucionaria del Juche. Su objetivo inmediato es construir una potencia socialista en la parte Norte de Corea y cumplir la revolución democrática por la liberación nacional en el ámbito nacional; y su meta final consiste en identificar a toda la sociedad con el kimilsungismo-kimjongilismo y alcanzar así la independencia total de las masas populares.

A la hoz y el martillo que representan a campesinos y obreros se añade el pincel que representa a los intelectuales.