Poner en ejecución la Declaración Conjunta RPDC-EE.UU. es la demanda de la época

El 12 de junio del año pasado fue un día de acontecimiento histórico hacia la paz de la Península Coreana y el resto del mundo, y ello porque el Máximo Dirigente Kim Jong Un, Presidente del Partido del Trabajo de Corea y del Comité de Estado de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas del país sostuvo en el islote Sentosa de Singapur el encuentro y Cumbre con el Presidente de los Estados Unidos de América, Donald J. Trump, lo acaecido por primera vez en la historia de ambos países.

Ambos mandatarios, tras intercambiar con franqueza las opiniones sobre los problemas prácticos de gran trascendencia para poner fin a las relaciones hostiles por espacio de varios decenios y asegurar la paz y la estabilidad de la Península Coreana, firmaron la histórica Declaración Conjunta de Singapur. Y acordaron ejecutar completamente y sin demora sus cláusulas.

La cumbre, efectuada en medio de la atención del mundo, devino un evento de relevancia histórica tendiente a una sólida paz para la Península Coreana. La Declaración Conjunta recibió el total apoyo de la comunidad internacional. Esta declaración proclamó ante el mundo que los dos países enemigos de siglos iban a escribir una nueva historia de sus relaciones bilaterales. Los círculos de prensa del mundo, en lo que a todos estos acontecimientos se refiere, comentaron: “Se inicia una nueva historia.”, “Es un acontecimiento histórico.”, “Es un diálogo digno de inscribirse en la Historia y los manuales de la Historia Mundial.”, “Las conversaciones Cumbre privadas RPDC-EE.UU. detuvieron el globo terráqueo por espacio de 35 minutos.”, “Comienza el encuentro entre Kim Jong Un y Trump.”, “Significa un apretón de manos de los siglos por los siglos.”, “La firma histórica anuncia la nueva partida”, etc… Gobiernos, partidos políticos y organizaciones de muchos países, en sus declaraciones y charlas, expresaron: “Intrépida disposición que permite impulsar la paz de la Península Coreana y abrir un camino de desarrollo más provisto de la situación regional”, “Deseamos contribuir al aseguramiento de la paz y la estabilidad del mundo”, “Las recientes medidas del Gobierno coreano dan muestras de su voluntad de la paz en la Península Coreana”, “El 12 de junio de 2018 quedará inscrito en la historia del mundo”, etc… Esperando que con su pronta ejecución dicha declaración contribuya a la paz y la estabilidad de la Península Coreana.

Solamente la ejecución de la Declaración Conjunta es la vía para imprimir un desarrollo trascendental a las relaciones bilaterales conforme a la aspiración de la demanda de ambos pueblos, la demanda de la época para lograr la paz y la estabilidad de la Península Coreana.